jueves, 30 de octubre de 2014

LA ACTITUD: La culpable de tu Felicidad + Vídeo Actitud Positiva

En esta vida, sea cual sea tu trabajo, tus relaciones, tu inteligencia, o la cantidad de dinero que puedas tener… la felicidad, no serán estas cosas las que te la darán, sino simplemente tu actitud ante la vida.
Da igual que seas el director financiero de una empresa y ganes 10.000 euros al mes, o que tengas un yate, una casa y un apartamento en la costa. Da igual que tengas 200 amigos virtuales en facebook y 50 reales, que tengas una pareja guapísima/o, inteligente y agradable, que tu coeficiente intelectual sea el de un superdotado, todo eso dará igual si tu actitud no es la adecuada.

Recuerda un día muy bueno que hayas tenido, ¿cómo fue tu despertar, tus expectativas, cómo saliste de casa…..y el resto del día? Te das cuenta de que ya estabas predispuesto a que el día fuera genial, te levantaste con una sonrisa, te duchaste cantando, cogiste el coche y llegaste al trabajo sin atascos (o quizás poco, 10 min), etc. etc.

En cambio recuerda un día que todo fue fatal, uno de los peores días de tu vida. Te levantaste con mal pie, tropezaste, te manchaste con el café, el coche no tenía gasolina, además tuviste que hacer más de 20 min de caravana, para al final, llegar tarde a la reunión y encima al cliente no le gustó tu propuesta.

Si eres sincero contigo mismo, verás que tanto en la primera situación como en la segunda, existen cosas positivas y cosas negativas, lo que pasa es que según la actitud con la que tú te lo tomas, unas te afectan más que las otras. Seguro que en el día positivo, hiciste cola, aunque no te pareció importante el tiempo que estuviste en ella, ni el hecho de que tardaste más de 10 min en aparcar, porque tú estabas con tu actitud positiva. En el segundo caso, a pesar de la caravana, sólo tardaste 5 min en aparcar, pero para ti no es relevante, ya que sólo ves el lado negativo de la situación.

¿Qué dónde quiero llegar? pues muy fácil, a que evidentemente tú no puedes cambiar las cosas que te suceden a lo largo de tu vida, pero lo que sí puedes hacer es decidir, cómo te las vas a tomar. Por tanto si sales de casa predispuesta/o a tener un mal día, te aseguro que este será así, pero si por el contrario crees firmemente que tendrás un gran día, también te puedo asegurar que será así, porque tú has decidido que así sea.

Volviendo al principio del artículo, te decía que el hecho de tener muchas cosas materiales, relaciones, etc. no te aseguraba que fueras a tener un vida feliz o que estuvieras satisfecha/o con ella, pues todo eso depende de tu exterior. Pero si tenemos en cuenta de que la felicidad no viene de fuera, sino de nuestro interior (no se trata de tener, sino de ser) y que depende totalmente de nosotros mismos, si tienes una actitud adecuada y consigues valorar y disfrutar lo que tienes en estos momentos, te aseguro que tu vida será plena y satisfecha.

Si bien es cierto que tener objetivos, motiva, hace la vida más emocionante y además te ayuda a crecer como persona o profesional, también lo es, el hecho de que durante el camino hacia el nuevo objetivo, hay que disfrutar de lo que ya has conseguido, porque si no, lo que sucederá es que pasarás toda tu vida yendo de un objetivo a otro, sin darle ninguna importancia y una vez conseguido, necesitarás otro y otro…

Cambia tu actitud a positivo, plantéate para que quieres conseguir tus sueños, metas u objetivos, ¿para qué la gente vea todo lo que has conseguido?, ¿para poder salir a divertirte cada día con un amigo distinto? ¿Para tener la pareja más guapa y que los demás me admiren…?.

Realmente lo importante para sentirte satisfecho con tu vida, es tener claro: ¿qué tipo de persona quiero ser? y ¿qué tipo de vida quiero tener?

Ahora que ya sabes qué, reflexiona sobre todo ello y empieza a realizar los cambios de actitud necesarios para ser y sentir, como la persona que quieres llegar a ser.

Video: ACTITUD POSITIVA

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miércoles, 15 de octubre de 2014

¿Por qué peleamos con nuestros hijos adolescentes?

Te has preguntado alguna vez, ¿Por qué cuando quieres decirle algo a tu hijo/a adolescente al final acabáis, en la mayoría de los casos, discutiendo y gritando? Cuál crees que es la causa, ¿tu, tu pareja o tu hijo? No estoy delante de ti, pero estoy segura que tu respuesta ha sido “mi hijo/a”, ¿a qué sí?

Realmente crees que todos los problemas de comunicación que hay en vuestra relación, ¿son por culpa de tu hijo?. Supongo que habrás oído el dicho popular que dice que: “Dos no discuten si uno no quiere”, por tanto aplícate el cuento.

Piensa en la última discusión que tuviste con el/ella: te fuiste a trabajar y cuando llegaste a casa te encontraste su habitación sin arreglar, la cama sin hacer y además se había duchado y secado el pelo, y no había recogido el baño. Teniendo en cuenta que ni estudia ni trabaja, es lo mínimo que podía haber hecho, limpiar lo que ensucia.

Esta es la descripción de la causa, ahora piensa un momento, cuando tu llegas a casa y ves todo esto, y piensas en cómo debería haberse comportado y no lo ha hecho, ¿cuál es tu objetivo cuando decides hablar con él/ella?

1.       Hacerle pagar su falta de respeto hacia sus padres y hermanos que conviven con él  y castigarlo.
2.       No quiero ser amable con él porque si no, sale ganando.
3.       Soy una víctima y quiero hacerle ver que me tiene como una esclava/o.

Si eres sincero contigo mismo, seguro que tu objetivo es uno de estos tres puntos, o quizás la mezcla de varios, y si eso es así, piensa ¿cómo puede terminar una conversación, en la que el objetivo principal es hacer daño o hacer sentir mal a la otra persona?

Exacto, estamos hablando de tu propio hijo/a al que tu pretendes hacer sentir mal y castigarle por algo que ha hecho, y que te hace sentir enfadado, lleno de ira y a punto de estallar….. Ahora la pregunta que debes hacerte es: ¿Realmente quiero dejar de discutir con mi hijo/a? Se sincero contigo mismo y cuando tengas clara tu respuesta…….sigue leyendo.

Si has reflexionado sobre las preguntas anteriores y quieres que a partir de ahora mejore la relación con tu hijo/a adolescente y poder hablar como personas civilizadas, escuchando lo que cada uno tiene que decir, toma nota.

Cómo hacer que las conversaciones con nuestros hijos, no acaben en discusión:

1.      Escuchar, escuchar y escuchar: la mejor forma de comunicación es escuchar de verdad lo que el otro nos está contando, aunque nos parezca una tontería.
2.       Alentar al adolescente a que siga hablando: Asintiendo con la cabeza, diciendo, aja…, si…, etc.
3.    Volver a decir lo expresado por él/ella: Para demostrar nuestra atención, ir repitiendo lo expresado. Por ejemplo, si nos habla de que se ha peleado con su amiga del alma: ¿Entonces ella te ha dicho que no te quiere volver a ver? y tu le has contestado que de acuerdo?
4.   Exponer nuestros sentimientos: Si hablamos de cómo se siente, expresar también nuestros sentimientos. “Cuando yo era joven también me pelee con mi amiga y lo pasé muy mal durante varias semanas, hasta que lo hablamos y todo se solucionó”
5.     Reflejar sentimientos: Demostrar que nosotros también sentimos o hemos sentido algo parecido a lo que está sintiendo y por tanto sabemos de lo que habla.

Ya sé que si de cada cinco conversaciones, cuatro acaban en pelea, estas pautas no funcionarán de un día para otro, pero te aseguro que si tu cambias de objetivo con respecto a la conversación (objetivo positivo en el que ambos salgáis ganando) y la forma en que te comunicas (los cinco puntos anteriores) en poco tiempo, no solamente discutiréis menos sino que te contará cosas que hasta ahora no hacía y vuestra relación mejorará muy positivamente.

ADELANTE Y RECUERDA: ¿Cuál es tu objetivo para hablar con él/ella?

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martes, 14 de octubre de 2014

Las 10 claves para ahorrar en tiempos de crisis

Esta etapa económica que nos ha tocado vivir, la forman miles de personas que antes tenían un nivel económico medio alto, (con casas, coches, apartamentos) y otras más bajo, pero que ahora tienen el mismo estatus y están pidiendo ayudas para poder llegar a final de mes.

Con suerte puede que tú, no seas uno de ellos, pero algo te habrá afectado esta recisión y por tanto habrás tenido momentos puntuales con problemas para pagar tus gastos fijos y variables que van surgiendo en el día a día familiar (cambiar lavadora, comprar libros niños, ropa, gasolina, seguros, alquiler, suministros, etc.)

Este es un decálogo de las 10 claves básicas para ahorrar y lo único que pretende es darte una nueva visión de tus ingresos y gastos y cómo gestionarlos para tener una reserva:

1.       Aumenta tus ingresos: Si ya estás trabajando o si no tienes trabajo en estos momentos ¿qué habilidades tienes que te pueden ayudar a conseguir dinero? ¿eres creativo (dibuja o diseña), eres simpático (ofrece tus servicios como relaciones públicas), eres bueno con los números (contable, gestor), eres manitas (fontanero, electricista, carpintero, para ayudar a los vecinos a cambio de dinero)?
2.       Apunta los gastos del mes: Crea un Excel o una simple tabla donde apuntar todos tus gastos fijos y los variables del mes. Cuando tengas estos datos de dos o tres meses, te darás cuenta en qué gastas tu dinero y si puedes prescindir de alguno de ellos. (menos peluquería, menos salidas de fin de semana, menos gasolina, menos compra de ropa, etc.)
3.       Págate primero a ti: Hay una máxima que utilizan todos los grandes ahorradores y es la del 10%. La máxima dice, que para empezar a ser un buen ahorrador, debes ahorrar mínimo un 10%  de tus ingresos. Es decir que si ganas 500€ debes apartar 50€ al mes para la hucha, si son 1000€ el ahorro será de 100€. Y no me digas que no puedes porque tienes muchos gastos, porque si debes 1000€ ¿qué representa que apartes 50€ más? Y sobre todo debes tener una meta ¿qué harás con el dinero ahorrado, en qué lo invertirás? Si no lo haces así, al final te lo gastarás en cualquier cosa, debe ser algo que te haga crecer personal o profesionalmente.
4.       No gastes más de lo que ganes.
5.       Planifica tus pagos: primero las deudas más pequeñas y después las más grandes para ir cumpliendo metas, de esta forma te sentirás motivado para seguir.
6.       Reduce los gastos: tarjetas de crédito, coche, moto, gasolina, tabaco, bar, discoteca, restaurantes, ropa, complementos, etc.
7.       Continúa ahorrando después de saldar una deuda. Búscate una nueva meta, y con eso no quiero decir que te endeudes otra vez, sino que busques algo en lo que invertir tus ahorros que te ayude para el futuro.
8.       Motívate con un objetivo de futuro: que te ayude a crecer como persona o como profesional (estudiar, comprar un coche para conseguir un mejor trabajo, etc.)
9.       Una vez ahorrado abre una cuenta corriente para evitar tocar el dinero si lo tienes en casa.
10.   Llena una botella con monedas sueltas y ahorra los ingresos extra.

“No tiene más dinero quién más gana sino quien menos gasta”


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jueves, 2 de octubre de 2014

Dime cómo hablas y te diré cómo son tus relaciones

Las personas que tienen la capacidad de saber relacionarse, son muy afortunadas, pues es una de las habilidades más importantes que tenemos las personas. Ya seas vendedor, arquitecto, ejecutivo, amigo, padre, madre, hijo o pareja de alguien.

Independientemente de lo que quieras conseguir en tu vida, ya sea felicidad, amor o riqueza, el hecho de saber relacionarse con las personas adecuadas, hará que lo consigas más rápido, por tanto quizás ha llegado el momento de poner manos a la obra y potenciar esa capacidad que pensabas que no tenías, que la habías utilizado poco o quizás mal.

Si lo que pretendemos es comunicarnos con los demás, primero debemos tener claro que: el 55% de la comunicación se transmite por el lenguaje corporal, expresiones faciales, carácter, gestos y movimientos. Un 38% se transmite por el tono de voz, y el resto, el 7% a través de la palabra.

Teniendo en cuenta estos datos, a partir de ahora, debes poner máxima atención, no tanto en lo que dices, sino en cómo lo dices.

“Para comunicar con eficacia hay que comprender que todos somos diferentes en cuanto a nuestro modo de percibir el mundo y a utilizar esa comprensión como guía en nuestra comunicación con los demás” Anthony Robbins

Otra de las pautas que hace que las personas se sientan a gusto con nosotros es la “armonización”. Que es el hecho de reflejar la fisiología de la otra persona, imitando respiración, postura, tono de voz, gestos…evidentemente de forma discreta y sin ridiculizar al otro. Esto hace que la otra persona se sienta confiada y a gusto con nosotros y nos considere como un igual.

El mundo de la comunicación y sus claves es muy extenso para resumirlo en un artículo, pero en rasgos generales podemos decir que es básico que las dos personas hablen el mismo idioma. Y no me refiero al castellano, al catalán o al inglés, los cuales damos por supuestos, sino a la forma de hablar.

Existen tres formas básicas de percibir la comunicación: de forma visual, auditiva y kinestésica.

·         Visual: Personas que utilizan de forma habitual, las imágenes y todo lo relacionado con ellas para comunicar. (veo lo que quiere decir, no lo veo claro, la vida es bella)
·   Auditiva: Personas que utilizan más el sentido del oído, y todo lo relacionado con el, expresiones, descripciones, etc. (le escucho, lo voy a decir bien alto, no me suena, esto suena mal)
·     Kinestésica: Se basan en sensaciones, emociones y sentimientos. (sintonizo con lo que me dice, esto me choca, es una información sólida)

Conociendo estos datos te puedo asegurar que tus relaciones pasarán de satisfacción 4 a 7 en menos de un mes. Recuerda:

1.      Trabajar el modo en que hablamos, el tono, los gestos, la postura y nuestras facciones, de modo que sea lo que sea lo que queramos decir, suene amable, tranquilo y en ningún momento amenazante o crítico. Compruébalo tu mismo/a: mírate en un espejo y repite esta frase, primero con gesto serio y enfadado y levando la voz: “No puedo venir contigo, debo ir a buscar a mi madre al médico antes de las 5h.” Y ahora repítela otra vez, pero con una sonrisa en la cara y con la voz más baja y suave. ¿Te das cuenta de la diferencia aún diciendo lo mismo? No importa tanto lo que digas en el mensaje, si no cómo se lo dices, y esto es con lo que se queda el receptor.

2.      Habla utilizando el mismo “idioma” que el otro. Averigua mediante preguntas o escuchando como describe una película o una salida de fin de semana, si es visual, auditivo o kinestésico y cuando lo averigües, verás como mejora la relación.

Espero haberte ayudado y si te parece un tema interesante, te aconsejo entres en nuestra tienda virtual donde hallarás ebooks sobre este y otros temas de tu interés: coachingyconsiguelolatienda.com

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