Cada año cuando llegan estas fechas te habrás dado cuenta que
de todas las personas con las que te cruzas, hay un 50% de ellas que aman la
Navidad y todo lo que la acompaña y otro 50% (aproximadamente) que la odia con
la misma intensidad.
Nos damos cuenta, porque los
comentarios son parecidos a estos:
- Me encanta la Navidad con sus luces, villancicos y regalos.
- Me gusta celebrar estas fechas con la gente que quiero y aprecio.
- Me encanta comprar cosas y regalarlas o simplemente comprar cosas para mí.
- Me gusta tener una excusa para comer con la familia y tomar copas con los amigos.
- Disfruto viendo a los niños jugar con los regalos y viendo su cara ilusionada.
- Llevo todo el año esperando estas fechas…
- La Navidad hace que la gente sea más alegre, generosa y divertida.
- Etc, etc.
Y por el contrario:
- Qué asco de fiestas, sólo comprar y comprar y encima con cientos de personas haciendo lo mismo, al mismo tiempo.
- Estoy harto de hacer el paripé y aguantar todas las nochebuenas a mi cuñado y suegro criticando todo lo que hago.
- Me siento fatal por tener que comprar comida que durante el resto del año cuesta a 15 euros/kilo y cuando llegan estas fechas, su precio se triplica.
- Que aburrimiento y pérdida de tiempo tener que compartir una cena con los compañeros de la empresa……durante el año no hablamos y ese día hay que hacer que somos los mejores amigos.
- Sólo de pensar en las fiestas, me pongo triste, por la gente que ya no está con nosotros, los echo de menos y eso hace que no tenga ganas de celebración.
- Me gustaría cerrar los ojos y que cuando los abriera las fiestas ya hubieran pasado.
¿Te suenan todos estos comentarios? Seguro que los has oído
en algún momento del mes de diciembre y cuanto más se acercan las fiestas, más
se repiten e intensifican.
Está bien, es normal, todos los comentarios son válidos,
aunque nos molesten. A mí por ejemplo, me encanta la Navidad, porque me aporta
alegría, diversión, generosidad, y mucho amor. Por tanto todos los comentarios
del segundo grupo no me gustan porque no estoy de acuerdo con ellos en ninguno
de sus puntos.
Pero también comprendo que a los demás les debe pasar igual
con mis puntos a favor.
-Así que, ¿cuál es el
problema?
Pues en realidad no existe ningún problema pues cada uno es
libre de pensar como quiera y como dice el refrán, “Para gustos, los colores” a
unos nos gustan unas cosas y a otros, otras.
El problema surge cuando esa falta de motivación y tristeza
hacia estas fechas, nos hace estar de mal humor, tristes, quejicas e incluso
momentos en los que no permitimos que nadie nos dirija la palabra, afectando
nuestras relaciones personales. Si eso
te ocurre a ti, puede que no te ayude mucho a mejorar o mantener las relaciones
familiares o de amigos y ha creado un problema de tal envergadura que ya te han
dado un toque para que lo soluciones cuanto antes o las consecuencias serán
peores que la Navidad!!
-Cómo solucionar mi
“fobia” a la Navidad
Lo primero que debes plantearte es ¿por qué “odio la
Navidad”?. Quizás en algún momento de tu vida, en estas fechas o cerca de
ellas, ocurrió algo que te afectó negativamente, y desde entonces solo has ido
acumulando negatividad a esa época festiva. Si eso es así ¿pregúntate qué es lo que fue y cuándo ocurrió? Eso te ayudará a
tener otra perspectiva de las fiestas.
Y ahora, la pregunta más importante ¿por qué quieres que te guste la Navidad (o que te desagrade menos)?
Posibles respuestas:
2. Porque no quiero sentirme excluido de “la Felicidad” que parece que tienen.
Independientemente
de si es por el 1 o por el 2, el objetivo es el mismo: Amar la Navidad (o tolerarla).
Pautas que
debes realizar para conseguirlo:
a.
Pensar
en cómo te gustaría sentirte realmente (no en cómo te sientes habitualmente),
feliz, divertido, amado, etc.
b.
Qué
te hace sentir así durante el resto del año. (estar con amigos, familia, jugar
con tus hijos, salir a tomar copas, etc.
c.
O.K.
ahora olvídate de todo los adornos que llevan estas fiestas, luces, compras,
etc. Y piensa sólo en lo importante:
Si lo que te agrada durante el año es estar con la familia, salir con los
amigos y jugar con tus hijos, en Navidad puedes hacer lo mismo y con la ventaja
que tienes más tiempo para estar con ellos, entonces, ¿cuál es el problema?
d.
Ahora
bien, si no te gusta estar rodeado de personas y eres poco sociable, el
problema quizás no está en la Navidad, sino en ti, ya que posiblemente en estas
fechas, te sientes aún más rodeado… Si es así, te aconsejo que busques ayuda
(si es que lo quieres solucionar) y conseguirás relacionarte mejor y disfrutar
de la compañía.
e.
Volviendo
al punto C, además de estar con los tuyos, puedes disfrutar viendo como tus
hijos se divierten e ilusionan con los regalos navideños, que aunque parezca
que te obligan a gastar y gastar, creo personalmente que si uno no quiere, no
gasta, o dicho de otro modo, si tienes un presupuesto cerrado y no te sales de
él, tu economía no se resentirá y sobre todo, si no acostumbras a tus hijos a
tener todo lo nuevo que sale……no te lo exigirán cada año!
RESUMIENDO: Si tu objetivo es odiar la Navidad y pasarlo mal,
eso es lo que conseguirás. Pero si tu objetivo es disfrutar de tu familia y los
tuyos, eso es lo que tendrás, independientemente que sea Navidad o Semana
Santa.
¡FELICES FIESTAS……….SI
QUIERES!