lunes, 20 de marzo de 2017

Cómo hacer que mi relación de pareja vuelva a ser como al principio

Te acuerdas cuando al principio de vuestra relación había tanta conexión entre ambos que no era necesario hablar, simplemente mirándoos a los ojos ya sabíais lo que el otro quería.
¿Y ahora qué?

No tan solo hace falta más que miradas para entenderos sino que casi ni con palabras lográis comunicaros como es debido. Tú hablas, le explicas lo que debería hacer mañana (acompañar al niño al dentista, recoger la ropa de la tintorería, etc.) o cómo ha ido tu día (en la oficina, en el banco, etc.) y cuando acabas o llegas al día siguiente, se ha olvidado de la tintorería o te recuerda que su tarjeta no va, cuando tu ayer le dijiste que habías pedido un duplicado y que hasta dentro de dos días no estaría disponible.

¿Qué está pasando con vuestra relación?

Está claro que algo no funciona, será que él ya no me quiere, será que ha conocido a alguien, me estaré volviendo vieja o he engordado y ya no le atraigo como antes…
Y seguramente él pensará lo mismo: le gustará su jefe, habrá conocido a alguien en la asociación de padres, estaré sacando barriga…

Lo cierto es que a priori y mientras no se demuestre lo contrario (terceras personas, dejar de amar, etc.) nadie tiene la culpa, pero está claro que es cosa de los dos que esto no funcione.
Si tenemos en cuenta que una relación de pareja favorece las necesidades emocionales de ambos, les permite tener una conexión, expresar y compartir amor, favorece el crecimiento personal y el espiritual y todo eso hace que contribuíamos a la felicidad de la otra persona. Está claro que algo tan importante, que aporta tanto bien a la persona que tenemos a nuestro lado y que se supone que amamos, no hay que dejarlo perder, hay que trabajar por la relación hasta el infinito porque todo lo que tú aportes al otro te será devuelto.

Partimos de la base que las personas somos sociables por naturaleza, esto implica que para sentirnos satisfechos debemos relacionarnos con nuestros congéneres, unos se relacionan mucho y tienen decenas de amigos, conocidos, compañeros, familiares, etc. Y otros menos y tienen unos cuantos amigos, varios conocidos y compañeros y relación con cuanta menos familia, mejor.

Tanto unos como otros son personas normales siempre y cuando sus relaciones les satisfagan, sean como sean. En el caso de los que tienen pareja y los que no, ocurre lo mismo, da igual si tienes o no tienes, lo importante es que te sientas a gusto con tu situación, lo que digan los demás, no importa, sé feliz tanto si estás solo como si estás acompañado.
Ahora bien, para los que quieran estar acompañados de una pareja, deben tener en cuenta unos requisitos básicos, que si no se cumplen es posible que sean los causantes de que tu relación no funcione como debería o simplemente no haya relación.

Quizás hayas oído hablar de los “valores”.  Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan y guían su conducta. Ellos involucran nuestros sentimientos y emociones. Y son creencias o convicciones de que algo es preferible y digno de aprecio. 

Como verás los valores de cada persona determinan su conducta y por tanto es imprescindible saber cuáles son nuestros valores prioritarios que nos guían, porque gracias a ello sabemos porque nos comportamos de una manera o de otra. 

Por ejemplo, si mis valores prioritarios son, por orden de importancia:
1.       Dinero
2.      Trabajo
3.      El amor
4.      La fidelidad
5.      La Sinceridad

Es muy posible que me pase el día trabajando para hacer mucho dinero y aunque también me importa mucho el amor, lo tengo un poco “en tercer plano”, eso sí, soy fiel y nunca miento a mi pareja.

¿Te das cuenta como nuestros valores determinan nuestros actos y nuestra actitud? Pues si importante es conocer los nuestros, tanto o más lo es conocer los de nuestra pareja, para de esta forma entender porque se comporta como lo hace, porque dice lo que dice y sobretodo porque aunque nos seguimos queriendo, no nos entendemos y peleamos por todo.

Ejemplo-Veamos los valores de mi pareja:
1.       Diversión
2.      Amigos
3.      Contribuir
4.      La familia
5.      Empatía

¿Te das cuenta de las diferencias? Para él su mayor prioridad es la diversión/ocio. Salir con los amigos o tener hobbies (pescar, bicicleta, gimnasio), contribuir/ayudar a los demás: cuando su amigo Juan pide dinero, es el primero en dárselo, y si un familiar necesita ayuda para hacer una mudanza siempre es el primero en llegar. Pero la familia está en cuarto lugar, por lo que todo lo demás le ocupa mucho más tiempo y eso resiente la relación de pareja y con los niños. La economía en casa no es muy boyante pero eso sí, cuando nos sentamos a hablar me entiende perfectamente. ¡Es tan empático!

¿Te has sentido identificada verdad?

Pues no te preocupes, porque tengo buenas noticias para ti. Existe un ejercicio en coaching, muy potente que se llama “El juego de los Valores” que te ayuda a conocer cuáles son tus valores y los de tu pareja y a diseñar un plan para recolocar vuestros valores de forma que estén sincronizados y vuestra relación vuelva a fluir como antes. 

Si estás interesada y quieres más información mándame un mail solicitándola: neusescoda@laparejaquedeseas.com
O pulsa en Contactar y rellena el formulario de mi página web: http://www.laparejaquedeseas.com/contactar-testimonios/

Mientras tanto, haz dos listas, una con tus cinco Valores prioritarios y otra con los de tu pareja. Cuando las tengas, ponlas de lado y observa las similitudes y las diferencias. ¿Crees que estas similitudes son suficientes para que vuestra relación funcione?

¡Agradezco tus comentarios!

¿En qué te puedo ayudar? NO SIN MI COACH

En mi día a día, me encuentro a personas que cuando me preguntan cuál es mi trabajo y respondo que soy Coach, se me quedan mirando, mitad con asombro, mitad con cara de, ¿eso qué es? y en la mayoría de ocasiones acabo respondiendo: “asesora, consultora y en ocasiones hasta psicóloga”. Y no es que mi trabajo sea muy raro, sino que no entienden cómo puedo ayudar a las personas, o qué problemas soluciono…

A veces lo comparo con los entrenadores deportivos, pero a nivel mental en lugar de físico. Los “Personal training” te ayudan a potenciar y trabajar músculos que habitualmente no usamos y te dan una serie de pautas para que consigas desarrollarlos o fortalecerlos (según lo que tú quieras conseguir). En mi caso, aunque usamos nuestra mente, hay una gran porción de ella que no utilizamos y con la cual podríamos conseguir muchas cosas beneficiosas…. es como tener un coche con muchas prestaciones y sólo usar la mitad.

 Aprovechemos todas las herramientas y recursos que tenemos, ¿por qué ir sin aire-acondicionado, sin radio o sin asistente de aparcamiento si lo tenemos instalado de serie?  

Cada uno de nosotros está especializado en cosas distintas, es normal que si eres carpintero entiendas de madera, y si eres mecánico, de coches. Los entrenadores físicos entienden de cuerpos, músculos, huesos, dietas, ejercicios, etc. Y los entrenadores mentales, de las mentes y cómo funcionan, por qué unas personas se comportan de determinada forma y por qué otras no consiguen cambiar hábitos. También sabemos cómo hacer para que una persona crezca personal o profesionalmente, ya que en lugar de enfocarnos en su parte externa (que es importante pero no definitiva) cambiar el look o la forma de andar, nos enfocamos en la parte interna, en el interior, donde los cambios son más profundos y duraderos, de esta forma cuando cambies tu forma de vestir, lo harás convencida de que es lo mejor y te gustará no porque te lo ha dicho alguien, sino porque sabes que es lo adecuado y lo que te conviene.

Resumiendo: mi trabajo consiste en acompañar, guiar y aconsejar a mis clientes hasta que consiguen sus objetivos o hasta que están en el camino adecuado y pueden continuar solos.

Quizás te has planteado contar tus problemas a alguien de tu entorno, una amiga, un familiar o incluso el médico de familia, y quizás lo has llegado hacer, pero los resultados no han sido como tu esperabas: el médico te ha recetado unas pastillas (cuando no te duele nada) la amiga te ha dicho lo que ella haría (cuando evidentemente ella es diferente a tí) y tu familia te ha pegado un sermón y te ha dado unos consejos (que no piensas seguir porque no te sentirías a gusto haciéndolo) y te ha dicho que es por tu culpa que te encuentras en esa situación….(eso, encima dando ánimos…)

¿Has pensado alguna vez sobre lo que te cuesta conseguir tus metas y lo fácil que sería si alguien te diera un empujón o esa motivación que te hace falta cada mañana para: salir a correr, al gimnasio, mantener la dieta, estudiar, aprender a relacionarte, organizarte, aprender sobre autocontrol (de tus emociones) o te diera las pautas para elevar esa autoestima con la que cambiarías tu vida?

Muy bien, pues ese es mi trabajo y aquí estoy para ayudarte, si alguna vez te has planteado la pregunta anterior y quieres probarlo, te ofrezco la oportunidad de realizar una primera sesión sin compromiso por tu parte, para que nos conozcamos y me cuentes: ¿En qué puedo ayudarte? y si al finalizar no crees que sea así, nos damos un abrazo y quedamos como amigo/as pero si realmente ves que con mi empujoncito te será más fácil conseguir tus objetivos y eliminar tus obstáculos, no lo pienses más, esta es tu oportunidad. APROVÉCHALA!!!

*Para empezar te propongo realizar este test para que tú mismo averigües si necesitas ayuda o no:   https://neusescoda.wufoo.com/forms/m167i2jv06jdlm6/

Agradezco tus comentarios!!

martes, 7 de marzo de 2017

10 claves para ser un buen seductor/a

Siempre se ha dicho que la seducción es un arte, porque no se basa simplemente en tener ciertas habilidades, si no que requiere que el seductor, sepa utilizar recursos de estética, de carácter, de actitud y ponerlos en consonancia con lo que suponemos que la persona a seducir necesita y le resulta atractivo.

Estos son los 7 puntos clave que necesita un buen seductor/a:

  1.   Conocer cuáles son tus fortalezas y cualidades para saberlas aprovechar y desplegar.
  2.   Saber escuchar y observar para ponerse en el lugar de la otra persona y comprender sus aspiraciones.
  3.   Tener mucha paciencia, ya que la seducción requiere tiempo y espera, hasta encontrar el momento oportuno para actuar.
  4.   Saber aceptar el rechazo, porque si no es así, tiraremos la toalla en nuestro primer intento y al igual que en la caza, no siempre se consigue el éxito a la primera.
  5.   Tener una actitud abierta, positiva y de entusiasmo, sin miedo al fracaso.
  6.   Sonríe y haz sonreír: utiliza el humor.
  7.   Saber seleccionar las herramientas y recursos adecuados: humor, ternura, cariño, simpatía, etc.
  8.   Seleccionar el momento y el contexto adecuados en el que se debe actuar.
  9.  Una autoestima saludable es básica para seducir: ser positivo, piensa que no necesitas la aprobación de los demás, debes ser optimista, si te lo propones, seguro que lo consigues. Acepta tú físico y saca partido a lo mejor de él. Olvida tus debilidades y céntrate en tus fortalezas.
  10.   Enfócate en tu objetivo y no desistas hasta obtener un resultado.

    Y sobre todo debes estar segura de ti misma y aceptarte y quererte, pues si tu no lo haces, ¿cómo quieres que lo hagan los demás?

Si tenemos claro cuáles son nuestras capacidades innatas, será más fácil saber mostrarlas con gracia (al igual que hacen los pavos reales) y desarrollar y trabajar todos aquellos aspectos en los que tenemos alguna limitación.

Resumiendo: Las habilidades para seducir requieren práctica, paciencia y energía positiva. No siempre puede haber atracción simultánea, puede que no le gustes a la otra persona, por lo tanto también hay que saber perder, no perder la esperanza ni la motivación y seguir buscando, seguro que hay alguien que sí se sentirá atraído por ti.


“El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien” (Milan Kundera)

¡Agradezco tus comentarios!