Uno de los principales temas de preocupación para muchas mujeres que acuden al despacho, es la falta de sintonía con la pareja. Se quejan de que al principio de la relación, todo era perfecto, pero con los años la cosa ha ido degenerando hasta llegar a un punto en que cada uno va a su aire.
Si bien es cierto que todas las relaciones pasan por etapas, también lo es, que eso no debe ser una excusa para no preocuparnos por lo que está ocurriendo, ya que es muy cómodo pensar que la culpa la tiene el otro y que si quiere algo, ya dirá…
Imagina que tienes una relación con una amiga y te das cuenta que lleváis mucho tiempo sin veros, o sin salir a tomar un café. ¿Qué le pasará, estará enferma, se habrá enfadado conmigo porque no quise ir con ella de rebajas, etc.? Verdad que te preocuparías y es posible que le mandes un mensaje o la llames por teléfono o incluso te acerques a su casa para hablar con ella personalmente y averiguar qué está pasando y qué puedes hacer tu, para remediarlo.
Pues bien, en las relaciones de pareja hay que poner tanto o más interés, ya que si los amigos son importantes, imagina la persona que vive contigo las 24 horas del día y que comparte objetivos, ocio, educación, amor, finanzas, a veces trabajo y en muchos casos son el padre de tus hijos.
De acuerdo, me dirás, pero las relaciones son cosa de dos, ¿por qué tengo yo que trabajar por ella y él no? Pues muy sencillo, porque como muy bien sabrás o habrás oído “Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus” y si has leído el libro, sabrás también que piensan y actúan de forma completamente distinta a las mujeres (ni peor ni mejor, diferente) y en la mayoría de los casos, de forma incomprensible para nosotras.
Y para que veas a qué me refiero, estas son algunas reflexiones del autor (John Gray) sobre los dos sexos:
- Las mujeres se reúnen y hablan (con amigas, familia) abiertamente de sus problemas para sentirse mejor. Y en cambio ellos, se retiran a su cueva para solucionar sus problemas solos y sentirse mejor.
- Cuando las mujeres les cuentan sus problemas a sus parejas, ellos piensan que les consideran responsables y no se dan cuenta de que ella lo hace para sentirse mejor. El hombre no sabe que ella se sentirá agradecida solo con que él escuche.
- Los hombres se motivan y adquieren fuerza cuando se sienten necesarios… y las mujeres se motivan y adquieren fuerza cuando se sienten queridas.
- Al hombre le resulta difícil escuchar a una mujer cuando ella se muestra decepcionada o infeliz, porque se siente fracasado. El querría ser un héroe para ella.
- Las mujeres deben entender que, cuando el hombre calla, lo que está diciendo es: “todavía no sé qué decir, pero estoy meditando”. Y en cambio lo que oyen es: “No te contesto, porque no me importas y no voy a hacer esto. Lo que me has dicho carece de importancia y por lo tanto no contesto”
- Cuando el hombre ama a una mujer, necesita alejarse periódicamente para luego poder acercarse.
- Los hombres quieren espacio y las mujeres comprensión.
- El mejor modo de ayudar a un hombre a crecer, es dejar de intentar cambiarlo.
Ves a lo que me refiero, ellos valoran la relación de forma completamente distinta a nosotras, y quizás para ellos la relación no va tan mal, somos nosotras que tenemos otros valores y emociones las que necesitamos otro tipo de relación, otro tipo de demostraciones por parte de ellos y por consiguiente si somos nosotras las que no nos sentimos felices, deberemos ser nosotras las que nos pongamos manos a la obra para realizar esos cambios que necesitamos.
Aquí te dejo 3 tips que te ayudarán en esta nueva etapa de mejora:
- Cuando tengas una queja (de la limpieza en casa, de los niños, de su conducta, etc.) procura comentarlo cuando ya estéis relajados en el sofá, después de cenar, cocina recogida, etc. de esta forma, no parecerá que intentas atacarlo cuando entra por la puerta después del trabajo. Verás cómo los resultados serán impresionantes.
- Lo mismo sucede cuando quieras pedirle algo que quizás no sea de su agrado (ir al cine, salir con unos amigos, comprar una lámpara, etc.) espera a que esté relajado o realizando una actividad que le guste (leyendo, un puzle, etc) como introducción háblale de algo agradable, (de lo bien que le sientan sus pantalones nuevos, lo limpio que lleva el coche, o lo puntual que ha llegado hoy) eso hará que baje la guardia y te escuche con atención. Ese es el momento de hacer la gran pregunta. “Cariño, qué te parece si……”
- Y por último, cómo hacer que haga algo en casa que no le agrada. Personalmente es un sistema que utilizo mucho por lo bien que funciona. Si por ejemplo quieres que baje la basura tienes dos opciones que puedes utilizar, lo dejo a tu elección o a cómo creas que responderá mejor tu pareja:
a) Comentarle que como tú vas a lavar los platos y recoger la cocina, si es tan amable de bajar la basura y de esta forma los dos podréis sentaros en el sofá un ratito antes de acostaros. (De esa forma le haces sentir culpable de que tú estés trabajando y el no hace nada)
b) Darle a escoger, ¿qué prefieres, bajar la basura o lavar los platos y recoger toda la cocina?. Este sistema es muy bueno cuando lo perfecciones, porque puedes conseguir que haga cosas que ha ti no te agradan, como por ejemplo, darle escoger entre: Hacer la cena o bañar a los niños. Lavar el coche o fregar todo el piso. Lavar los baños o ir a recoger a tu madre….
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