Hace dos años acudió a mi despacho María,
una mujer de unos 48 años que había pasado la mayor parte de su vida, cuidando
a su familia y ayudando a crecer a sus hijos (estudios, educación, etc.) y en
ese momento concreto de su vida, (los hijos tenían 22 y 25 años) los niños
habían volado del nido (la niña se había independizado y él se había ido a trabajar
a Madrid).
Su objetivo durante los últimos 25 años había sido ayudar a
sus hijos a crecer y convertirse en adultos de provecho, y de la noche a la
mañana se había quedado sin objetivos…..y ahora ¿qué iba a ser de su vida? ¿A qué iba a dedicarse? Esas eran sus
máximas preocupaciones cuando nos conocimos.
¿Cómo ayudamos a María?
Gracias al coaching, María descubrió qué una vez conseguidos unos objetivos y metas en la vida, hay que seguir
marcándose otros y si es preciso solaparlos, para que cuando consigamos
unos, no nos encontremos perdidos hasta encontrar los otros.
En su caso, había que averiguar qué es lo que la hacía feliz
y qué cosas la motivaban para de esa forma tener claro que una vez marcados
unos objetivos y después de trabajarlos para conseguirlos, no nos encontráramos
con que no la llenaban o la hacían tan feliz como había pensado en un
principio.
María descubrió que había muchas cosas que la hacían feliz, estudiar,
coser, ir de compras, decorar, leer, cocinar, ir al cine, ir a tomar café con
las amigas e incluso se planteó volver a trabajar (lo cual no hacía desde hacía
22 años, ya que lo dejó por propia iniciativa cuando su hijo mayor tenía tres
años)
Una vez descubiertas sus motivaciones, sólo tuvimos que
analizar cada opción por separado y buscar con cuál o cuáles se sentía más a
gusto. Teniendo en cuanta que su
objetivo a partir de ese momento era sentirse
independiente y volver a tener un círculo de amigas con las que compartir y
charlar, decidió que su objetivo final sería volver a trabajar como asesora.
Realizamos un plan de acción con los pasos que debería seguir
para volver a entrar en el mercado laboral y encontrar trabajo como asesor o
similar.
Plan de Acción de María:
1.
Encontrar
cursos para reciclarse profesionalmente.
2.
Buscar
qué tipo de trabajos podría realizar con este título.
3.
Preparar
su nuevo currículo.
4.
Preparar
su nueva imagen profesional (ponerla al día)
5.
Realizar
una lista de todas las empresas a los que presentar ese currículo.
6.
Marcar
un calendario para el reparto de C.V. y entrevistas.
Finalmente y después de varios meses, María empezó a trabajar
como asesora en una gestoría en la que se siente muy a gusto, tiene un nuevo
círculo de amistades y además ha conseguido ser independiente económicamente hablando.
En sus horas libres
sigue cuidando de sus hijos aunque en la actualidad no es su objetivo
prioritario.
Este es un ejemplo de los procesos realizados con mis
clientes, aunque el nombre es ficticio, el proceso es verídico y fue así como
transcurrió y terminó.
Si bien es cierto que la gran mayoría de los procesos y
objetivos son distintos según el cliente, todos tienen un punto en común y es conseguir que el cliente tenga muy claro qué
es lo que quiere (ya sea un tema personal o profesional) y diseñar la estrategia con todos los pasos
que deberá seguir hasta conseguirlo.
¡Agradezco tus comentarios!
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