A lo largo de la vida, las personas pasamos por diversas etapas y todas ellas se han de superar. Si son buenas, hay que disfrutarlas y si son malas o regulares, hay que considerarlas obstáculos que hay que sortear o saltar.
Lo importante es saber cómo hacerlo, cómo gestionar esas buenas o malas rachas de forma que nos afecte lo mínimo cuando son negativas y lo máximo si son positivas.
Las etapas felices son fáciles de gestionar, pero no todo el mundo sabe disfrutarlas y darle el valor que tienen. Pongamos por ejemplo el nacimiento de un hijo, una de las etapas más deseadas por la pareja y por tanto una de las más felices, pero: el niño llora, no hay tiempo para salir, hay que compartir el trabajo de casa con el de fuera, etc, etc.... lo que ocurre es que el niño crece y nos perdemos, no damos valor, y nos quejamos, perdiéndonos una etapa que ya no volverá: los primeros pasos, el primer papá o mamá....
Con las etapas negativas ocurre lo contrario, les damos tanta importancia y estamos todo el tiempo pensando en lo mismo que copan todas nuestras horas del día. Si bien es cierto que cuando uno tiene un problema le cuesta de apartarlo de su mente, también lo es, que si no aprendemos a desconectar, no tan solo afectará a nuestra vida laboral (si es un problema de trabajo) si no también a la personal (pareja, hijos).
Con las etapas negativas ocurre lo contrario, les damos tanta importancia y estamos todo el tiempo pensando en lo mismo que copan todas nuestras horas del día. Si bien es cierto que cuando uno tiene un problema le cuesta de apartarlo de su mente, también lo es, que si no aprendemos a desconectar, no tan solo afectará a nuestra vida laboral (si es un problema de trabajo) si no también a la personal (pareja, hijos).
Por tanto piensa en ello durante las horas de trabajo, llama, habla, manten conversaciones con la persona que sea, pero después deja unas horas para los temas personales, de esta forma tu cerebro podrá descansar y además al hacer el resumen del día, el saldo será de 8 ó 9 horas de preocupación y 2 ó 3 de felicidad.
Al igual que tienes una agenda para el trabajo, crea una agenda para vivir, donde haya unas horas para trabajar y otras para disfrutar de la vida, tu pareja, tus hijos, tus amigos, tus hobbis......TU VIDA!!!