La gestión del tiempo
Aunque variará el horario en función de la empresa donde estés, alrededor del 75% de tu tiempo has de destinarlo a hablar con los clientes. Este momento es el de la verdad, es el momento donde tienes la oportunidad de dejar una impresión positiva, corregir, y convencer al cliente de que es una buena compra y debe realizarla.
La cultura del esfuerzo
De lo expuesto, de nada te va a servir todo ello sin tu esfuerzo personal, ése en el que nadie te puede ayudar. Evidentemente que hay personas con una mayor capacitación que otras para desarrollar determinadas actividades, ya sean profesionales, sociales, deportivas o artísticas, pero nadie llega a triunfar en su actividad sin esfuerzo, trabajo y fuerza de voluntad.
Y no creas que también influye la suerte, en el mundo profesional la suerte, entendida por loteria, no existe. Sí existe una suerte, que hay que trabajar para conseguirla.
Decía el gran golfista Gary Player " Cuanto más practico, más suerte tengo".
Y no hay que olvidar que nunca serás un buen profesional si antes no eres una buena persona, un buen hijo/a, un buen marido/esposa, un buen padre/madre, un buen hermano/a o un buen amigo/a.
La inteligencia emocional
Es la clave de todas las relaciones, tanto profesionales como personales. Podríamos definirla como la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejarlos.
El hombre que popularizó este término fue Daniel Goleman con su libro Inteligencia Emocional. En el explica que la Inteligencia Emocional se puede organizar en cinco capacidades:
- Conocer las emociones y sentimientos propios.
- Manejarlos
- Reconocerlos
- Gestionar las relaciones
- Crear la propia motivación
Los cuatro primeros puntos son fáciles de definir por lo que sólo explicaré el último.
Crear la propia motivación:
Si comprendes tus emociones y eres capaz de manejarlas convenientemente, sabrás qué debes hacer para trabajar tu motivación, uno de los grandes temores a los que se enfrentan los vendedores en su resistencia a posibles frustraciones, es posible que durante la jornada recibas más respuestas negativas que positivas.
Una bien trabajada inteligencia emocional te permitirá evitar que la angustia interfiera en tus facultades racionales y te enseñará como manejar las alegrías y cómo recuperarte rápidamente de las tristezas.